- Peso:
3 a 5 kg - Altura:
25 a 30 cm - Tamaño de raza:
Pequeño - Familia de raza:
Perros de compañia - Ideal para:
Familia con niños mayores
Familia con niños pequeños
Personas mayores
Índice de contenidos
Orígenes del Volpino italiano
También llamado Spitz italiano o Spitz de Florencia, es un perro antiguo que tuvo su auge durante el Renacimiento en Italia siendo perro de compañía de nobles y aristócratas. Se cree que es el equivalente en Italia del Lulú de Pomerania alemán, aunque no hay consenso sobre su origen concreto.
Volpino viene del latín “vulpes” que significa zorro, por lo que su nombre en castellano sería zorrito italiano.
Características del Volpino italiano
El Volpino italiano es un spitz pequeño con aspecto de zorro. Tiene forma cuadrada. La cabeza es en forma piramidal, proporcionada con el cuerpo, el hocico es puntiagudo, la trufa es siempre de color negro con los orificios nasales bien abiertos, los labios negros, la mordida en forma de tijera, los ojos son redondos y de color ocre oscuro, y las orejas son pequeñas, de forma triangular y erguidas.
Las patas son rectas y paralelas, con los pies ovalados, los dedos bien pegados y las uñas negras. El pelaje es muy largo, denso y erizado (de punta), la cual es una de sus características más llamativas. Puede ser de color blanco, que es el más habitual, o rojo. También puede ser color champaña, pero no se considera adecuado. El pelo forma un collar alrededor del cuello que le confiere su peculiar aspecto.
La cola es larga y siempre enrollada sobre la espalda. Se recomienda cepillarlo varias veces por semana para mantener el pelo sano y eliminar restos de pelo muerto; podemos aumentar la frecuencia de cepillado durante la época de muda. No es bueno bañarlo habitualmente. Se debe poner atención a los ojos, tratando de mantenérselos limpios, ya que pueden manchar en el lagrimal, como ocurre con otras razas. No se le conocen problemas de salud asociados, pero tampoco ha podido estudiarse mucho, ya que el volpino italiano es una raza poco común.
Carácter y comportamiento
Se caracterizan por ser perros muy alegres y atrevidos. Tienen gran apego a sus dueños y son simpáticos y juguetones con los niños. Tienen un cierto instinto de guarda y suelen estar atentos al entorno para alertar a sus dueños en caso de necesidad. Son también muy inteligentes y les gusta jugar y aprender nuevos trucos; les divierte enfrentarse con retos que les estimulen.
Disfrutan en compañía de sus seres queridos y no les gusta estar mucho tiempo solos. En principio desconfía de los extraños por lo que a veces se ha usado como perro de vigilancia. Para que no desarrolle un comportamiento celoso o excesivamente ladrador es conveniente socializarlo desde cachorro en diferentes entornos, de forma que se habitúe a la presencia de otras personas y animales.
Se debe tener cuidado y darle una educación adecuada, cuidando de no caer en el error de humanizarlo, es decir tratarlo con si fuera una persona; este es un error común con perros pequeños, de hecho pueden desarrollar lo que se llama síndrome del perro pequeño. Es necesario un líder consistente que le aclare su lugar en la manada, de esta forma el perro se sentirá seguro y equilibrado y sacará lo mejor de su carácter.
No es un perro que necesite mucho ejercicio, ya que aunque es muy vivaz, no tiene una gran resistencia física. Aun así necesitan su buen paseo diario para quemar energía y socializarse. No aguantan las temperaturas muy altas o muy bajas, con lo cual deben vivir dentro de casa. Fueron muy populares en Italia durante los siglos XIII a XVII entre la nobleza, pero hoy en día son difíciles de encontrar.