El Shar Pei es una de las razas de perro más antiguas que existe. A lo largo de su historia, su seriedad y fortaleza lo han convertido en un excelente protector, además de un gran aliado para las familias con niños. Los Shar Pei son conocidos por su comportamiento independiente y por no ser demasiado cariñosos. No obstante, puedes confiar plenamente en ellos como perros guardianes. Se trata de una raza compleja, con requerimientos especiales de socialización, salud y aseo.
En breve, encontrarás todo lo que necesitas saber sobre la raza. En caso de que pienses adoptar uno, esta guía te ayudará a brindarle una óptima calidad de vida.
Los shar-pei son una raza de origen chino, fueron la raza de perros predilecta de la dinastía Han, su nombre significa “piel de arena” en referencia al color y la forma de su pelaje.
Se cree que los primeros perros de esta raza vivieron en una pequeña aldea de Kwantung, un territorio de la antigua China conocido hoy en día como la provincia de Guangdong. Allí, eran utilizados como perros de defensa, de caza y como guardianes de tumba. Sin embargo, el origen real del Shar Pei no está totalmente comprobado.
Los llamativos shar-pei tienen el cuerpo lleno de arrugas cuando son cachorros, a medida que van creciendo van desapareciendo de la zona del cuerpo. Otra característica peculiar de lo shar-pei es su lengua azul. Tiene unas orejas muy graciosas; pequeñitas, triangulares y caídas.
Su pelo es corto y grueso, pueden ser de cualquier color sólido (excepto el blanco) pero los más comunes son los amarillos, teniendo un color más intenso normalmente en la zona del lomo y en las patas.
En la raza se definen dos líneas, la americana y la china. Los americanos son más pequeños, compactos, gruesos y con más arrugas.
Estas son las características básicas de la raza:
La Federación Cinológica Internacional (FCI) categoriza al Shar Pei como un perro masoloide o moloso de tipo dogo, debido a su gran musculatura, su cabeza grande, sus mandíbulas fuertes y su hocico corto.
Aunque el origen del Shar Pei es asiático, la raza ha expandido su huella en todo el mundo. Por ello, no es extraño que la raza haya variado lo suficiente desde sus inicios como para que existan dos variedades reconocidas: El Shar Pei estadounidense y el Shar Pei chino.
La variedad estadounidense de la raza es más robusta y compacta. Su aspecto es más imponente, son más pesados y su hocico es grueso como su cabeza. Las arrugas del pelaje están bien definidas y su pelo es más largo. Por su parte, la versión china del Shar Pei tiene es de contextura delgada y huesos menos gruesos. Su altura también es menor y son menos robustos, por lo que son perros más ágiles.
Los shar pei tienen un carácter afable pero con un toque independiente. No son demasiado sociables, esto no quiere decir que sean agresivos, más bien que les resultan indiferentes las personas que no son su amo, por eso se dice que es una raza de un sólo dueño.
El shar pei necesita una figura de dueño firme que sepa marcar los límites ya que tienen mucha tendencia al liderazgo. Además debe tener un buen proceso de socialización con otros animales y personas.
Además, cuando se quiere incorporar un cachorro de shar pei a la familia hay que tener en cuenta que son muy revoltosos cuando son cachorros, pudiendo producir daños en el mobiliario, jardín, etc. por eso deben tener a su alcance juguetes, y se les debe dedicar buenas sesiones de juego para que esta energía no la enfoquen hacia la “destrucción” 🙂
Según la cultura china, las arrugas del Shar Pei representan longevidad y fortaleza. Algunos expertos aseguran que esta característica, junto a su pelaje rígido, convirtieron a este perro en un rival duro de vencer cuando era utilizado como animal de pelea. El exceso y grosor de su piel le permitía girar su cuerpo con rapidez y comodidad cuando otro perro le tomaba o mordía, además de evitar que los dientes del enemigo llegaran a sus órganos vitales.
Las arrugas del Shar Pei existen debido a una mutación genética que genera mucina en exceso en los tejidos de la piel del animal. Los expertos aseguran que esta mutación crea una variedad de afecciones respiratorias en el perro, como describiremos en secciones posteriores.
El American Kennel Club reconoce tres tipos de texturas para el pelaje del Shar Pei:
Algunos historiadores creen que se trata de una raza antigua, ya que existen figurillas o estatuillas de perros sorprendentemente parecidos al Shar Pei que datan del año 206 a.C., durante la dinastía Han. Otros expertos aseguran que estas figuras hacen referencia a otras razas de perro, como el Pug o el Chow Chow, y aseguran que Marco Polo no mencionó al Shar Pei cuando escribió sobre su paso por China.
Luego de que la República Popular China fue establecida (1949), los perros prácticamente desaparecieron del país, debido a que el régimen comunista prohibió la crianza de estas mascotas por considerarlas un “lujo burgués”. El gobierno asesinó a la mayoría de la población de perros que existían en China para ese entonces, lo que convirtió al Shar Pei en una raza en peligro de extinción.
La historia del Shar Pei en EE.UU. se remonta a la década de 1960, pero el interés general en la raza se manifestó con más fuerza en 1973, cuando Matgo Law, un criador de Hong Kong, decidió apostar por el “sueño americano” para salvar a la raza. Law envió un comunicado a los estadounidenses en el que pedía ayuda para proteger al Shar Pei de la persecución china.
La misiva fue respondida de manera positiva por la revista LIFE, la cual publicó un artículo sobre el perro y mostró su aspecto único en una de sus portadas. Desde ese momento, todos querían tener uno de estos cachorros en sus hogares. Gracias a los esfuerzos de Law, cerca de 200 Shar Pei ingresaron de contrabando a EE.UU. y evitaron la muerte.
En 1978, el Libro Guinness de récords mundiales registró al Shar Pei como el perro más raro del mundo. Ese mismo año, se llevó a cabo el primer evento dedicado a la exhibición de esta raza en EE.UU. En 1988, el American Kennel Club (AKC) reconoció al can dentro de la Clase Miscelánea, y más tarde, en 1991, fue aceptado dentro del Grupo No Deportivo por la misma organización. En 1992, el AKC clasificó al Shar Pei como raza oficial.
La mayoría de las enfermedades y condiciones de salud que pueden sufrir los Shar Pei son netamente genéticas, es decir, están vinculadas a la raza. Aunque la tasa de incidencia de estas afecciones es alta, esto no garantiza que tu perro las padecerá. A continuación, describiremos los problemas de salud a los que tu mascota puede estar expuesta a lo largo de su vida.
También llamado síndrome del corvejón hinchado, este problema de salud está caracterizado por fiebres que surgen sin causa aparente, se prolongan durante mucho tiempo y pueden no responder de forma adecuada a los tratamientos. Aunque no es una enfermedad mortal, debe ser tratada a tiempo para evitar la aparición de amiloidosis, una patología que puede ser mortal en estas mascotas.
Los síntomas incluyen fiebre entre los 39 y 42 °C, temblores, apatía, debilidad, disminución del apetito, inflamación del hocico, respiración débil, diarrea, vómitos e inflamación del corvejón. El corvejón es la articulación que facilita la flexión de las extremidades posteriores de los cuadrúpedos.
La displasia de cadera y codo es una condición hereditaria de los Shar Pei que impide el correcto desarrollo de las articulaciones del perro, lo que genera artritis. Los síntomas de esta enfermedad se agudizan a medida que la mascota madura, y pueden incluir cojera, dificultad para levantarse y dolor recurrente.
Existe tratamiento veterinario para tratar la dificultad de movimiento y el dolor, y en ocasiones, la cirugía es una excelente opción.
Esta afección es una de las más comunes en perros, y el Shar Pei es uno de las razas más propensas a sufrirla. Ocurre cuando la rótula, un hueso ubicado cerca de la articulación de la rodilla, se sale de su lugar, ocasionando dolor y debilidad en el animal. El perro puede presentar dificultad para caminar, y levantar y una de sus patas traseras mientras avanza. También puede dar patadas hacia afuera para intentar colocar el hueso en su sitio.
También conocido como síndrome de distención abdominal o “bloat”, se trata de una condición no infecciosa del estómago que se produce en perros de pecho estrecho y profundo. El Shar Pei tiene más riesgo de sufrir esta afección que otras razas. Cuando ocurre la inflamación, el estómago del animal se retuerce y se llena de aire. Debido a la torsión, el suministro de sangre al estómago se suspende. En ocasiones, el bazo también puede verse afectado.
Si no se trata de inmediato, la distención puede ser mortal en menos de una hora. Los síntomas de esta enfermedad incluyen náuseas, dificultad para expulsar el vómito e inflamación de la zona abdominal. La mascota podría mostrar inquietud y acostarse con las patas delanteras hacia abajo y la parte trasera del cuerpo levantada. La cirugía preventiva puede restablecer la posición habitual del estómago si se ejecuta de inmediato.
Similar a la dilatación gástrica, este trastorno consiste en el agrandamiento anormal del esófago. Se produce cuando el esófago no se contrae de manera adecuada, estirándose, y ocasionando que los alimentos permanezcan en esta zona y no avancen hacia el estómago.
Si tu Shar Pei presenta este trastorno, es probable que vomite la comida como si no la hubiese digerido. Además, puede requerir una postura diferente para comer y ciertos cambios en su dieta. Por lo general, los perros con megaesófago pueden tratarse adecuadamente con medicamentos.
El Shar Pei es un perro braquicéfalo (nariz corta y cabeza grande), por lo que es propenso a sufrir del síndrome de dificultad respiratoria común en estas razas. Al tener la misma proporción de tejido y la garganta que las razas de nariz alargada, pero con un área más pequeña para albergarlo, el paladar blando “sobrante” del techo de la boca puede extenderse hasta las vías respiratorias.
Además, la tráquea y las fosas nasales de estos perros suelen ser muy pequeñas, lo que conduce a una obstrucción grave de las vías respiratorias que dificulta el paso del aire. En este sentido, debes tener especial cuidado cuando el perro sea intolerante a la actividad física, a los climas cálidos y muestre signos de agitación o respiración ruidosa. Si presenta tos, desmayos o encías azuladas, acude de inmediato al veterinario.
Es un trastorno de la piel causado por un ácaro llamado demodex, que habita en los folículos pilosos de los canes. Se transmite únicamente de la madre a sus cachorros, lo que quiere decir que otros perros no pueden verse afectados. Por lo común, el demodex no genera mayores inconvenientes, pero algunos perros con el sistema inmunológico comprometido pueden desarrollar sarna demodécica.
Los síntomas incluyen parches de piel enrojecida y con resequedad, además de alopecia en zonas como la cabeza y el cuello. Este trastorno puede desaparecer por sí solo, pero debes visitar continuamente al veterinario para evitar que se propague por todo el cuerpo y genere otras infecciones.
Es una infección de la piel que se produce por la humedad que existe en los pliegues de la piel de la mandíbula inferior del perro. Esta humedad es un entorno ideal para el desarrollo de bacterias y otros microorganismos, lo que produce enrojecimiento y olor fétido. Generalmente, esta afección responde muy bien a los antibióticos y, en algunos casos, el perro puede necesitar cirugía para remover los pliegues.
Existen tres afecciones oculares que pueden desarrollar los Shar Pei:
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