Samoyedo

Orígenes de la raza Samoyedo

El samoyedo, un spitz del ártico, que desciende directamente del perro que acompañaba a la tribu siberiana de los samoyedos en sus migraciones. Les ayudaba a pastorear los rebaños de renos, guardar sus propiedades, tirar de trineos, etc. Los samoyedos solían dormir con sus dueños para pasarles calor. Los primeros samoyedos llegaron a Gran Bretaña hacia el 1890.

Características del Samoyedo

Los samoyedos son compactos con cuerpo musculoso. La cabeza tiene forma acampanada, El hocico es fuerte y alto y se estrecha hacia una trufa de color negro, marrón o gris oscuro, siendo los labios negros.

Los ojos son almendrados, bien separados, de tamaño pequeño y de color marrón oscuro, con el contorno en negro. Las orejas son de inserción alta, pequeñas en relación a su cabeza y erguidas.
Su cola forrada de mucho pelo se curva sobre la espalda.
Tienen doble capa de pelo, la capa inferior es corta y suave, mientras la capa superior es más áspera, larga y muy lisa. El pelo es más corto en la cara y en la parte delantera de las patas. Tienen que ser de color blanco o con un toque de blanco crema.

Son muy buenos compañeros cuando están bien educados y socializados, además nos podrán avisar cuando algo no marche bien ya que se mantienen bastante alerta.

Carácter y comportamiento

Los samoyedos son perros muy seguros y tranquilos, aunque también un poco independientes. Debido a que son muy activos necesitan bastante ejercicio diario, juegos y retos (ejercicio mental).

Si tienen buena socialización desde cachorros se llevarán genial con las personas ajenas a la familia, entablando juegos y cariño sin mucho problema, debido a su carácter confiado. Hay que tener en cuenta siempre que se quiere acoger a un samoyedo en la familia, que lo pasan un poco mal con climas demasiado calurosos.
Serán un buen perro vigía, con quizás demasiada tendencia al ladrido.