- Peso:
2 a 8 kg - Altura:
15 a 25 cm - Tamaño de raza:
Pequeño - Familia de raza:
Perros de compañia - Ideal para:
Familia con niños mayores
Personas mayores
Índice de contenidos
Orígenes de la raza Pekinés
Según una antigua leyenda china, el pekinés surge de la unión de un león enamorado de una mona, por eso es valiente como su padre y adorable como su madre :). Volviendo a la realidad, el pekinés fue un perro adorado por la familia imperial en la ciudad Prohibida de Pekín, consideraban que alejaban a los malos espíritus y si alguien les hacía algo podían incluso condenarlo a la muerte. Estaba prohibida su exportación, pero en 1860 lograron llevar 5 ejemplares ante la reina Victoria de Inglaterra.
Características del Pekinés
Los pequeños y graciosos pekineses son perros equilibrados y compactos. Tienen un cuerpo un poco más largo que alto y fornido. Las patas son cortas. La cabeza es grande en relación con el cuerpo, con la parte de arriba bastante grande y plana al igual que la frente.
Tienen un hocico muy característico, por el cual muchos reconocerán a esta raza, al ser bastante chato con una naricilla pequeña, negra y graciosa con los orificios nasales enfocados hacia adelante.
Otros elementos muy destacables de la cara son sus grandes ojos negros, perfilados también de negro. Las orejas están cubiertas de pelo y caen a ambos lados de la cabeza (tienen tanto pelo que muchas veces no se las diferencia).
Tienen doble capa de pelo, la capa exterior es larga y un poco áspera, y la interior más suave y corta, hay que tener atención a este hecho para cepillarlos correctamente y evitar que se hagan nudos en la capa inferior. Pueden ser de cualquier color y muchas veces tienen una máscara negra en la cara.
Carácter y comportamiento
Los pekineses adoran a sus dueños, muchas veces sólo a uno. Tienen un carácter fuerte, valiente e independiente; el cual muchas veces puede ser gracioso cuando vemos su pequeño tamaño, pero hay que marcarles límites y educarlos de forma que conozcan cuál es su lugar en la familia.
Pueden tener tendencia a hacerse los reyes y señores de la casa, así que hay que enseñarles su posición en la familia y no darle más obligaciones que las que un perro de compañía debería tener, ya que si esto no es así pueden sentir que tienen la obligación de proteger a los suyos de extraños y desarrollar comportamientos nerviosos y a veces agresivos. Si todo esto se sabe hacer bien serán unos estupendos compañeros durante muchos años.