El Grifón de Bruselas es un perro de gran corazón en un cuerpo diminuto. Aunque es una raza de perro pequeña, es considerado un excelente guardián gracias a su inteligencia, su determinación y su valentía. Este cachorro, conocido popularmente como “cara de mono”, posee una gran inteligencia y es cariñoso con los humanos.
Esta raza es originaria de Bélgica, donde se cree que fue desarrollada a partir de la raza alemana Affenpinscher, el Spaniel Toy y el perro callejero belga. Esto ocurrió en el siglo XVII, cuando se produjo la variante de capa áspera del Grifón de Bruselas. Posteriormente, en el siglo XIX, la raza fue cruzada con el Pug para producir las variedades de pelaje liso. Mientras el Affenpinscher aportó el tamaño y el pelaje rústico, el Spaniel Toy contribuyó con los ojos expresivos, la mandíbula inferior elevada y la cabeza redondeada.
Inicialmente, el Grifón de Bruselas fue criado para la caza de pequeñas alimañas en establos y en coches de caballos que funcionaban de manera similar a los taxis. Con el paso de los años, estos perros se convirtieron en populares mascotas para todo tipo de personas, incluidos los miembros de la clase obrera y la nobleza. En el año 1883, los criadores de Bélgica crearon el primer estándar de la raza y el Grifón de Bruselas comenzó a aparecer en sus primeras exposiciones caninas.
A raíz de las múltiples exhibiciones de la raza, Marie Henriette, reina de Bélgica en ese entonces, se enamoró de este pequeño cachorro y se convirtió en su principal patrocinador a escala internacional.
La cantidad de ejemplares de la raza se redujo considerablemente durante la Primera y Segunda Guerra Mundial, especialmente porque pocas personas en Europa podían permitirse criar a un cachorro en medio del evidente conflicto y sus consecuencias en la economía. Para fines de la Segunda Guerra Mundial, la raza estuvo al borde de su extinción en su país de origen, pero los esfuerzos de los criadores ingleses mantuvieron vivo a este can.
Grifón de Bruselas es un término utilizado para describir tres razas caninas diferentes originarias de Bélgica: el Grifón de Bruselas, el Pequeño brabantino y el Grifón Belga. Muchas organizaciones cinológicas consideran a estos perros como parte de la misma raza, con algunas diferencias de color y tipo de pelaje.
La Federación Cinológica Internacional (FCI) no establece un estándar de altura para las tres versiones de la raza Grifón de Bruselas, pero organizaciones como la American Kennel Club (AKC) afirman que la altura de este perro varía de 17 a 20 centímetros. El peso ideal no suele superar los 6 kilogramos. El cuerpo de estos canes es robusto, pequeño y su perfil es casi cuadrado. Sin embargo, pese a su tamaño, su pecho es amplio y sus movimientos denotan elegancia.
En cualquiera de sus tres versiones, el Grifón de Bruselas presenta una cabeza grande, redondeada y ancha. Su hocico es considerablemente corto, con la trufa negra y el stop bien marcado. Los ojos son grandes, oscuros y redondos. El estándar de la FCI establece que los ojos no deben ser prominentes, pero esto no ocurre en la totalidad de los casos. Las orejas del Grifón de Bruselas son pequeñas, separadas entre sí y de inserción alta. Lamentablemente, la FCI aún acepta los ejemplares con orejas amputadas, a pesar del maltrato que esto representa para el animal.
Con respecto al pelaje, el Grifón de Bruselas posee un pelaje de doble capa, con la capa externa más rústica, larga y ligeramente ondulada, y la capa interna más suave y corta. Las demás variedades de la raza tienen una capa externa más lisa. El pelaje de la cabeza es más largo alrededor del mentón, las mejillas y los ojos. A pesar de ser fibroso, el abrigo nunca debe lucir desordenado. El pelo de un Grifón puede ser color rojo, beige, negro y tostado y negro.
Son simpáticos, inteligentes y con fuerte “personalidad”. Son parecidos a los terrier en cuanto a comportamiento. Buen perro de compañía y de alerta suelen ser amigables con las personas y otros animales.
Por su curioso aspecto a veces se comete el error de no tratarles como a perros sino como a personas, lo cual puede acarrear problemas de comportamiento propios de las razas pequeñas, como convertirse en perros caprichosos, ladradores y celosos.
Son activos en casa y no se adaptan bien a vivir fuera; necesitan un paseo diario pero no tienen tanta energía como otras razas.
Por lo general, el Grifón de Bruselas es juguetón y curioso, y no le teme al acercamiento con otros humanos distintos a su familia para ser acariciado. Esto no quiere decir que no serán escépticos con los extraños, pero tendrán mucha menos disposición para los ladridos que otras razas de perros pequeños. En todo caso, deberás encargarte de brindarle una socialización adecuada y ofrecerle paseos diarios para liberar toda su energía y mantenerlo feliz.
El Grifón de Bruselas es bueno con niños y otras mascotas, incluyendo gatos. Otras mascotas como aves pequeñas, reptiles y roedores deben ser alejados de esta raza debido a su instinto de presa. Es bueno para la vigilancia de cualquier situación inusual que ocurra dentro del hogar o fuera de él, e incluso pueden ser agresivos con los desconocidos si se siente amenazado. Es una mascota ideal para aquellos que desean un perro pequeño que no necesite demasiado espacio para prosperar.
El Grifón de Bruselas es un perro de hogar por excelencia y, como tal, son adecuados para cualquier familia y entorno, desde la urbe hasta el campo. Sea donde sea, te impresionará con su destreza innata para la caza de roedores. Son perros que acumulan mucha energía, por lo que deben ser sometidos a actividad física regular para mantenerse equilibrados.
Debido a que el Grifón de Bruselas es un perro de nariz y hocico cortos, no pueden exponerse a demasiado frío, y en el calor o la humedad suelen sobrecalentarse. Los golpes de calor pueden ser peligrosos, por lo que se recomienda mantener al Grifón en un lugar ventilado y a temperatura equilibrada, además de garantizar la correcta hidratación y alimentación.
Los ejemplares de esta raza son competidores natos, gracias a su agilidad, capacidad de rastreo y obediencia. Por ello, no es inusual verlos en exposiciones caninas. Si decides incluir a tu cachorro en una de estas competencias, proporciónale un entrenamiento basado en el refuerzo positivo y asegúrate que haya diversión de por medio para que no se distraiga. Al igual que otras razas de perros pequeños, el Grifón puede ser difícil de entrenar, pero la paciencia y la persistencia suelen dar resultado.
Aunque la dieta recomendada para el Grifón de Bruselas incluye de un cuarto a media taza de alimento seco de alta calidad, dividido en dos comidas al día, lo cierto es que el veterinario será quien mejor te asesore con respecto a la nutrición de tu perro. Recuerda que la cantidad de alimento que come un perro adulto depende de su metabolismo, su tamaño, su edad y su nivel de actividad física. Si no estás seguro de que tu perro tenga sobrepeso, consulta con el especialista.
Para que el pelaje de tu cachorro luzca de maravilla, debes cepillarlo semanalmente con un guante o cepillo especial para eliminar el pelo muerto. Luego, deberás peinarlo con un peine metálico. Al menos dos veces por año, deberás llevar a tu perro a un lugar autorizado para realizar aseo especializado. En todo caso, se cree que el abrigo del Grifón de Bruselas es especial para personas que sufren de alergia (hipoalergénico), por lo que, si cumples la rutina de aseo y acicalamiento, contribuirás a tu buena salud.
Si tu Grifón de Bruselas es un perro activo, al que le gusta correr por el jardín, pasear por las calles y dormir siestas en cualquier lugar del hogar, deberás bañarlo cada 2 semanas por ejemplo. Asimismo, cepilla sus dientes de 2 a 3 veces por semana para evitar la acumulación de bacterias y sarro. La rutina de corte de uñas también es necesaria una o dos veces al mes.
Es bueno acostumbrar a tu mascota a los exámenes físicos que tendrá a lo largo de toda su vida. ¿Cómo? Toca y manipula sus patas frecuentemente, mira dentro de sus orejas y su boca en busca de suciedad, prepara una experiencia positiva y recompénsalo cada vez que te permita examinarlo. Esta revisión debe realizarse al menos una vez por semana, permitiéndote identificar cualquier tipo de problema de salud a tiempo. Finalmente, lleva de manera puntual su control de vacunas y asegúrate de darle mucho amor.
Generalmente, el Grifón de Bruselas es un perro saludable, pero como ocurre con otras razas caninas, es propenso a sufrir ciertas patologías y afecciones por factores hereditarios.
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