Fila brasileño

Orígenes del Fila brasileño

Los filas descienden del mastín inglés, el bloodhound, el bulldog y rafeiros do alentejo. Fueron criados en grandes plantaciones para guardarlas de otros animales como jaguares. Podían mantenerlos agarrados del cuello hasta que llegaban los dueños. Este instinto se puede ver en los cachorros cuando juegan.

Características de la raza

Los filas brasileiros son mastines de gran tamaño. Tienen un cuerpo muy musculoso, cubierto con una piel abundante y suelta, sobre todo alrededor del cuello en el que se forman arrugas. El pelaje es bastante denso, corto y suave. Su gran cabeza tiene un hocico también enorme, de forma más bien cuadrada y con stop prominente y unas orejas grandes y caídas en la parte posterior de la cabeza.
Puede tener multitud de colores de manto entre los que se encuentran el leonado o colores uniformes como el negro, amarillo, rojo o dorado. Una de sus características es que son muy leales con sus dueños.

Carácter del Fila brasileño

Los filas son muy leales con sus dueños, buscan constantemente su compañía y les encanta estar en el ámbito familiar, siendo atentos y permisivos con los niños y otras mascotas si las conocen desde cachorros.
Aunque la socialización es muy importante en todas las razas, en el caso de los filas es algo vital ya que son muy desconfiados con extraños. Necesitan desde cachorros conocer a distintas personas y vivir muchas experiencias. Debido a su gran tamaño y fuerza podemos tener problemas si esto no lo hacemos adecuadamente. También es importante la educación enfocada a la obediencia ya que por la fuerza nunca podremos controlarlo.
Es una raza adecuada sólo para personas que tengan mucha experiencia en adiestramiento, que sepan marcan bien su posición de líder y que sean constantes y dediquen mucho tiempo a su mascota. En muchos países está catalogada como raza potencialmente peligrosa y desde la administración se exigen requisitos para su posesión.