El bullmastiff se originó en Inglaterra cruzando Bulldogs con Mastines. Es un perro fuerte y musculoso. Tiene la cabeza grande y ancha de forma que da la impresión de ser cuadrada, con el hocico ancho y negro en algunos casos, ojos pequeños y marrones, fuerte mandíbula y orejas en forma de V caídas casi hasta las mejillas. De cuerpo robusto y pecho ancho, el Bullmastiff posee gran fuerza. Su pelaje es corto y denso, y se presenta en colores canela, rojo y manchado, en ocasiones con algo de pelo blanco en la cabeza. Es un muy buen perro guardián.
Tiene buen carácter y es excelente como perro guardián. Es un perro inteligente, dócil y extremadamente fiel. Necesita un dueño firme que le marque los límites y lo socialice bien desde cachorro, ya que si no de adulto puede ser demasiado independiente y difícil de controlar.
El Bullmastiff gusta mucho de la compañía de los suyos y no es aconsejable dejarlo en una caseta de perro. Hay que tratarle con cariño a la vez que con autoridad, si no se volverá caprichoso, reservado con la gente y tal vez agresivo con otros animales. Con una buena socialización será un perro cariñoso y dócil.
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