Cuando acabamos de adoptar un cachorro esperamos que todo vaya bien y que se críe de forma sana y feliz. Sin embargo los cachorros pueden padecer distintos trastornos o enfermedades. Uno muy común es que nuestro cachorro tenga diarrea, os dejamos unos consejos para conocer sus causas, tratarla y prevenirla:
Los motivos por los que tu cachorro tiene diarrea pueden ser variados. Desde una colitis provocada por un cambio de alimentación o estrés a una diarrea como síntoma de una enfermedad grave como la parvovirus.
La diarrea puede ser causada por:
Has cambiado el pienso a tu cachorro o le has dado algún producto, golosina, etc. que no suela comer? Entonces este puede ser el motivo de su diarrea. Es así durará poco y la actividad del cachorro será la normal; estará alegre y sin pinta de estar enfermo. Para prevenir esto es importante mantener la marca y gama de pienso que nuestro cachorro consumía antes de llegar a casa.
Si queremos cambiarlo debemos hacerlo de forma progresiva, mezclando el pienso nuevo con el antiguo, aumentando poco a poco las proporciones de la nueva comida.
Si el cólico viene motivado por esto las deposiciones pueden tener una especie de mucosidad o signos de sangre, incluso las lombrices se pueden observar a simple vista. También puede ir acompañada de vómitos, falta de apetito y apatía. Los parásitos más comunes son los coccidios o giardia.
Son comunes en cachorros no desparasitados o desparasitados inadecuadamente . Si estamos ante esta situación deberemos llevar a nuestro perro a la clínica veterinaria para que les hagan una prueba de heces y les den el tratamiento oportuno dependiendo del tipo de parásitos.
Situaciones de cambio pueden producir estrés en nuestro cachorro. Los nervios pueden ser los causantes de la diarrea de nuestro perro. En este caso las deposiciones serán muy puntuales y acabarán pronto.
la diarrea es un síntoma inicial de muchas enfermedades algunas que suponen un alto riesgo para la vida del cachorro. Sobre todo diarreas constantes con sangre u otros síntomas como fiebre o debilidad deben hacer saltar la voz de alarma.
Si hemos detectado que la causa de la diarrea no es grave, ya que se debe a una situación puntual de cambio de alimentación o de estrés podemos ofrecer a nuestro perro una dieta más blanda hasta que se restaure su normalidad intestinal, además de asegurarnos de que está lo suficientemente hidratado. Esta dieta puede consistir en una toma de potitos como los de los niños de por ejemplo pollo y arroz. También podemos darles un poquito de bebida isotónica tipo Acuarius.
Para cualquier situación en la que no estemos seguros de que es algo puntual y común debemos llevarlos al/la veterinario/a.
En resumen, si la diarrea es continuada, tiene sangre o mucosidades o está acompañada de otros síntomas como fiebre debemos llevarlo rápidamente un/a profesional porque puede significar una enfermedad importante.
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