A veces no somos conscientes de lo que el aburrimiento de nuestros perros marca su carácter y acciones.
Como decía Russell en “La conquista de la felicidad” los animales en libertad nunca se aburren, siempre tienen algo que hacer ya sea buscar comida, aparearse, dormir o despiojarse. Sin embargo, los animales domésticos pueden vivir momentos de hastío en los que no tengan nada que hacer mientras guardan grandes dosis de energía sin invertir.
Esta energía acumulada es clave para la sensación de aburrimiento, no descansan sino que aguardan ansiosos a que algo pase. Puede que esperen a que el cartero toque al timbre, pase un perro por el otro lado de la verja del jardín o descubran un rollo de papel higiénico a su alcance. Estímulos a los que se agarrarán de forma feroz y con los que tendrán conductas no deseadas. Ladrarán compulsivamente al cartero, intimidarán al perro de la calle y destrozarán el rollo de papel higiénico.
Es lógico, sólo buscan un poco de diversión. A modo de ejemplo os contaré lo que les ocurre a mis perros. Pasamos largos ratos en nuestra terraza rodeada de edificios. Tenemos muchos vecinos perrunos y están bastante habituados a escuchar ladridos. Normalmente son completamente indiferentes a los ladridos, no les prestan ninguna atención. Sin embargo, como algún día no les hayamos dedicado el tiempo suficiente de paseo o juegos y “estén aburridos” cambian totalmente su comportamiento y de repente comienzan a prestar atención a cualquier ruido que se dé en el vecindario, incluso a contestar a muchos de ellos. Son perros equilibrados que normalmente se portan fenomenal, pero el aburrimiento condiciona sus actos (como nos puede pasar a muchos de nosotros).
En ningún caso quiero decir con esto que todas las conductas no deseables tengan su causa en el aburrimiento y exceso de energías, pero creo que muchas de ellas sí y sea como sea nunca ayudan.
Esto les ocurre muchísimo a dueños de perros de tamaño pequeño. Normalmente estos propietarios tienen menos conciencia de las necesidades energéticas que tienen sus perros, incluso muchos no los sacan a pasear ni una vez al día ya que hacen sus necesidades en jardines o empapadores dentro de casa. Esto hace que estos perros pequeños sufran un gran aburrimiento que genera conductas no deseadas como el ladrido descontrolado.
Así pues, para prevenir las conductas no deseadas motivadas por el aburrimiento y exceso de energía tenemos que ser conscientes de que cualquier perro sea cual sea su tamaño, raza o edad tiene necesidades de gasto energético que debemos asegurarnos de que estén cubiertas.
Totalmente de acuerdo con este artículo. Es necesario concienciar a la sociedad (especialmente a los que son “primerizos” con los perros) de que nuestros amigos caninos necesitan atención, paciencia y mucho amor. En el Blog de Paseamiperro tenemos un artículo en el que indicamos qué hacer para evitar que nuestros perros nos “destrocen” la casa: http://blog.paseamiperro.com/2016/04/que-hacer-si-mi-perro-lo-muerde-todo/