“-¡Mamá! Yo quiero un perro grande-, ¡no mejor que sea pequeñito que son más fáciles de cuidar!”
Esta conversación se ha dado en miles de familias una vez se ha decidido dar el paso de adoptar a un perro.
Ahora bien, ¿el tamaño es tan importante de cara a la convivencia? ¿qué diferencias hay entre un perro grande y una pequeño?
La respuesta es que sí que hay diferencias pero no tantas como podría parecer. De cara a las facilidades para la convivencia a veces es más lógico fijarse en la raza o tipo de comportamiento del perro que en el tamaño. Por ejemplo, dependiendo de sus necesidades energéticas tendremos que sacarlo más o menos y hacer que pase más tiempo haciendo ejercicio. Esto no tiene porqué tener relación con el tamaño y a un perro pequeño puede que necesitemos dedicarle más tiempo que a uno grande.
A nivel de educación sí es cierto que se suele dedicar más tiempo a la de los perros grandes. Esto es por la sencilla razón de que debido a su tamaño tienen mayor capacidad de hacer daño, etc. si están mal educados, por eso los dueños suelen esforzarse más en la educación de perros grandes. Sin embargo, esto no quiere decir que los perros pequeños no necesiten muchas horas también de educación, y cualquier dueño responsable debería ofrecérselas.
Respecto al pelo, sólo algunas razas no lo sueltan, y pueden ser de tamaño tanto grande como pequeño.
Esperamos haberos ayudado a tomar la decisión, y sobre todo que a la hora de adoptar penséis en el perrito y en ofrecerle el mejor ambiente y hogar posible.