En muchos hogares con mascota surge esa pregunta, y las opiniones son muy distintas. En principio seguro que todos decimos: “ni hablar, yo nunca dejaría a mi perro subir a mi cama”. Pero luego no es tan fácil de aplicar, pues ¿quién se resiste a ver a nuestro peluche canino tan a gusto?
Inconvenientes de que tu perro duerma en tu cama
En primer lugar vamos a señalar los inconvenientes de dicho hábito:
- Es probable que dificulte el sueño, ya que es raro que se mantenga quieto toda la noche. Puede que salga a hacer sus necesidades, se mueva, o incluso ladre ante algún ruido extraño.
- No es muy higiénico ya que por muy cuidada que esté nuestra mascota, puede tener algún tipo de parásito, pulgas etc. Es curioso que en ocasiones, especialmente los machos, tienden a marcar con su orina el lugar donde duermen, es decir su territorio. No es muy común pero podríamos llevarnos una mala sorpresa.
- ¿Tienes alergia? Si es así descarta por completo la opción de que tu mascota duerma en el dormitorio.
Frente a esta serie de inconvenientes, el principal motivo por el cuál muchos dejamos que nuestro perro entre al dormitorio es “la compañía”. Si duermes o vives solo, que tu mascota duerma cerca de ti puede hacerte sentir más acompañado y feliz.
Consejos si decides dejarle subir a la cama
Si decides por tanto dejar pasar a tu perro o perrita al dormitorio, te aconsejo lo siguiente:
- En caso de que se suba a la cama, compra un edredón o manta para poner en la parte superior y que el perro duerma sobre ella. Es necesario destinarlas a tal efecto para poder lavarlas con frecuencia y facilidad. Así tras la noche, puedes retirarla y dejar solo las mantas y sabanas propias de la cama.
- Si no quieres que suba a la cama, puedes ponerle una pequeña camita o cojín al lado de tu cama. También es recomendable dejar la puerta abierta por si quiere salir a hacer sus necesidades durante la noche.